Santiago - Chile , Enero 2006
Hoy viaje en metro a la "City" de Santiago y no pude evitar tomar algunas fotos del constraste de la ciudad, el metro "Underground"(el más moderno de Latinoamérica), la bolsa "Wall Street" Santiaguino en la calle New York, edificaciones antiguas entre edificios nuevos...Increíble.
Para que voy a entrar en detalles de la diversidad de personas, jóvenes góticos confundidos, predicadores sin sentido que parecen locos, ejecutivos y ejecutivas exitosos indiferentes que parecen sacados de una película, etc. Siempre que voy mi observación es profunda y me doy cuenta que si deseas conocer la esencia de una ciudad basta ver su City (centro - centro). Así fué también como conocí ciudades como Londres, Amsterdam, Bruselas, Melbourne, Sydney, Canberra, Nueva Orleans, Madrid, Köln (Colonia - Alemania), Buenos Aires y otras.
Hoy la anégdota es que habían dos bellísimas ejecutivas en la calle de afuera de la "Bolsa" fumando muy elegantes y distinguidas, conversaban amenamente de sus vacaciones prontas y mientras se acercaba un indigente que iba directo a ellas a pedir unas monedas, mientras la indiferencia era terrorífica de parte de ambas (pues no le daban ni la mirada mientras el hablaba). El tipo estaba en un estado indescriptible (casi como el parapléjico que Yeshúa devolvío a sanidad y que más encima limpio pecados en el acto) y mientras veía la escena me pregunté: ¿Que opina Dios de todo esto? ¿A quién ama más?, al indigente o a las dos hermosas ejecutivas de la Bolsa, ambas exitosas...la respuesta me llegó de inmediato..a las dos mujeres y al indigente por igual, pues para Dios la indigencia no va por fuera es por dentro (en el corazón). Es más en un análisis exaústivo ninguno de los tres eran cristianos pues las ejecutivas mostraban como romper el segundo mandamiento más importante de manera práctica y el indigente clamaba a las pesonas y no a Dios. Fué ahí donde tomé las fotos mientras la escena pasaba a mis espaldas, sentí una fuerte tentación de tomar la foto de ellos, pero luego entendí que ambas señoritas estaban siendo probadas en su amor al prójimo con el indigente que pedía dinero para comer.
Esta misma escena la viví en Oostende (punto de entrada)- Bélgica en 1994 y me tocó vivirla junto a unos amigos Brasileros y Colombianos. Veníamos bajando del ferry que cruzada de Inglaterra a Bélgica (5 horas de viaje), ya amanecía en Bélgica (6.00 AM) cuando caminabamos por unas calles vacías llenas de flores y hermosa arquitectura Europea, de pronto un indigente en la calle, nos habla con voz de ruego en idioma Alemán, luego cambia a Francés y termina en perfecto Inglés..nosotros anodados y helados a la vez lo miramos y detenemos el paso, para conversar brevemente con él y entregarle algunos dólares para su desayuno y almuerzo. Siempre que veo un indigente me pregunto más a fondo, que haría Yeshúa y la respuesta es muy sencilla, Él le daría agua de vida eterna y pan de vida eterna..mucho más de lo que nosotros podemos dar con nuestras obras que nada valen. Indigente fuí y fuímos, antes de aceptar la redención y la vida eterna como regalo......mientras vagabamos por la City de nuestras propias vidas corruptas y llenas de arapos imundos, como decía el profeta Isaías.
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