Vengo bajando del avión hace unas horas y sólo puedo afirmar después de 7 días de estadía en Lima, Perú -por negocios- que ha sido mi encuentro total con esta cultura y todo aquello que en mi profunda ignorancia y arrogancia colectiva que me entrega mi país, puedo afirmar categóricamente, que si pudiera elegir donde pasar el resto de mi vida, sería en el Perú. Sin ser peruano he sido tratado con tanta amabilidad, educación, consideración, incluso en aquellos niños indígenas que se me cruzaban en las esquinas del caótico tránsito. Estoy aún en estado de shock debido a la sencillez en todo ámbito del diario vivir. Estaré hablando en diversas crónicas de algunas historias que viví contigo y momentos inolvidables que sin duda voy a repetir. Hay un secreto guardado a nuestro lado, genialidad en un país que cuando nosotros estábamos peleando los españoles con los mapuches ya en Perú había un Virreinato, Universidades, Iglesias y monumentos. Hoy mi país se jacta de ser número uno en muchos aspectos, la verdad es que fuímos financiados, sutentados y apoyados por aquellos que ya reinaban en Perú, enviando destacamentos para conquistar este arrogante y altivo país que sin duda amo, pero que tanta pena me causa al reconocer nuestra ignorancia. ¿Perú, por qué aún hoy tu paciencia y educación me dan lecciones como hace 500 años? Favor cierra tus oídos y ojos pues nuestra inmadurez es efecto de esas altas montañas que no me dejan apreciarte como debe ser. ¡Si tan sólo pudiera acercarme aún más a tí, para sentir tu bella y amplia cultura que me hacen caer de rodillas en cada esquina que posees........!
