domingo, mayo 07, 2006

Viaje a Temuco-Chile (IX Región de La Araucanía)

Siempre es bueno viajar a mis tierras sureñas pues ahí residen mi hermano Italo y mi cuñada Jessica a parte de mis padres Osvaldo y Cecilia. El viaje fue imprevisto y mi hermano me invitó a su cumpleaños además de la posibilidad de hacer dos cámaras indiscretas, una a mi querida mamá y otra a mi querido papá.

Bueno ustedes estarán pensando estos dos se volvieron locos, la verdad es que no, pues mis padres son muy abiertos, jóvenes y las cámaras iban acompañadas de pruebas en el carácter cristiano de ambos.

La primera a mi madre fue un despachador de ChileExpress (tipo Fedex) que llegaba a domicilio con un encargo mío pocas horas después de haber supuestamente hablado con ella desde Santiago. Este llegó con traje de repartidor, Jockey y lentes de sol y muy abrigado, a dejar encargo temprano en la mañana mientras mi hermano y cuñada se preparaban a desayunar con ella. Este (yo) llegó con frío y timidez a dejar encargo pero se devuelve a los minutos a pedir agua pues no había desayunado. Mi madre al abrir la puerta y escuchar eso no sólo ofrece el agua sino que ofrece un café y emparedados, mi hermano probando aún más su capacidad de amor le dice: "mamá invitemos a este hombre a desayunar y ella accede sin ninguna restricción".

Esta cámara nos recordaba a mi hermano y a todos que a veces no logramos reconocer quién es el que verdaderamente nos toca la puerta. Es como la historia anterior que publiqué del mendigo de la calle New York en Santiago centro. Detalles de como termina la cámara fue sin duda con llantos y corazones quebrantados en el reencuentro.

Posteriormente se hizo la cámara al papá donde en su día de traslado de local comercial estaba trabajando en su cambio. Italo lo llamó y le contó de la contratación de un ayudante para que cargue en el cambio. Italo advierte que el ayudante es un poco descuidado y joven. El tema es que partimos con cámaras Italo, Jessica y la cómplice Cecilia mi madre. Llamé a mi padre supuestamente de Santiago para darle mis saludos. Llegada la hora ya en el lugar Italo me introduce de inmediato al trabajo, yo con traje de ayudante, Jockey y lentes de sol y muy abrigado pues estaba muy helado esa mañana. Comienzo a ayudar y a cargar, pasa el tiempo y empiezo a cargar cualquier cosa, mi padre callado sólo observa, tomo algunas cajas y boto al suelo la primera y simulo un dolor en mi pierna. Mi padre habla con Italo y le dice que quizás estoy mal y no apto para cargar. El no se molesta por la caída de la primera caja y calla en silencio y dice, no hay problema (me ha justificado). Sigo cargando y dejo caer la segunda caja y sólo mira y sigue sin decir nada, las caídas eran fuertes con alto riesgo a romper lo que se lleva.
Italo me solicita lleve una tercera caja y que al entregársela lo empuje con ella. Lo hago y aquí sólo mira y retrocede sin decir nada e intentando entender en su mirada muy mansa y humilde sin emitir palabras. Desconcertado y lleno de preguntas nos detenemos un instante que parece una eternidad..no logra reconocerme! me saco mi bufanda y aún no me ve pues su mirada es a mi ojos con deconcierto. Se percata de mí, ¡calla! la caja está en sus manos y comienza a llorar tranquilamente y serenamente como lo hace un padre que tiene paz en su corazón. Italo retira la caja de sus manos, me abraza llorando suavemente y digo a su oído, este es el ayudante inepto e incapacitado que te ha envíado El Señor, ¿lo aceptas? ¡El responde sí por supuesto que lo acepto! La escena la miran Italo, Jessica y mi madre. Nuevamente corazones quebrantados y una prueba que sólo mostró su profundo amor al prójimo al igual que a mi amada madre.

Esa misma noche pasaron en TV Nacional de Chile la cámara indicresta de Sebastián Piñera ex postulante a la Presidencia de la república, un hombre que tiene una de las grandes fortunas de Chile con más de US$1000 millones se disfrazó de pordiosero (mendigo, homeless) y caminó por las calles, fué a su propio canal de TV de donde lo hecharon, pidió espacios, dinero y nadie lo ayudo, fué a La Moneda (casa de gobierno) y no lo dejaron entrar como a todos los chilenos. Al anochecer fue a las cercanías de la casa de un familiar y esta escena es fuerte pues él con harapos y un carro de supermercado pide al ver pasar a su hermano ayuda y este sólo lo saluda, luego pasa su tío obispo y este le entrega $100 pesos (US$0,20) coincidentemente este obispo le ha pedido a Sebastiá dinero para campañas de la Iglesia, lógicamente Sebastián no le ha dado US$0,20, luego ve su esposa con su hija e hijo. Ella arranca y lo evita junto a su hija. Su hijo (joven) se devuelve y le dice esto es todo lo que tengo un chocolate y $1000 doblados (US$1,93 que el hijo no menciona sino que se lo entrega sin mostrar). Sebastián probablemente sintió como su corazón se quebrantaba ante tal acción. Me queda claro, quien heredara el imperio de Sebastián Piñera.

Para finalizar, puedo afirmar que el VERDADERO reconocimiento que Yeshúa nos pide no es de nosotros mismos por los demás, sino a El en el prójimo. Por esto el segundo mandamiento más importante es "amarás a tu prójimo como a tí mismo" es válido más que nunca. La herencia que se recibe al reconocer al Señor en amar al prójimo, es el reino de los cielos y la vida eterna.Posted by Picasa

1 comentario:

Italo Ignacio Cortés Rocco dijo...

Sebastián en la entrevista menciona lo del obispo, enviándole el siguiente mensaje "Tu me diste sólo $100, yo también me acordaré de esto cuando me vayas nuevamente a pedir dinero". Jesús dijo que toda aquel que le negare, el también le negará. Creo que la anécdota de Sebastián refleja mucho lo sucedido con Nuestro Señor Jesús. vean:

http://senorjesucristo.blogspot.com/