La fe y la resurrección del gato de Schrodinger: 5ta Parte (final)

¿La observación finaliza la estructura de la materia?

Bueno para aquellos que se incorporan recién, hemos tocado anteriormente en cinco partes un tema titulado como "el lado espiritual de la física cuántica", donde la idea no ha sido validar la Biblia ni mucho menos caer en el error de intentar hacer creer que explicaremos situaciones o hechos biblicos recurriendo a física cuántica, NO! ¿Se imaginan la cantidad de personas que quedarián excluidas si esto fuera así? Aún más, sin duda el creador -Dios- permitió que esto fuera muy sencillo de entender a través de la fe, una palabra tan mal utilizada pues pareciera que para muchos -gentiles no conversos- tomaran esta palabra como sinónimo de ignorancia. La verdad es que me convenzo en cada conversación o temas de estudios que realizo, que la gran mayoría de los que definen la fe como sinónimo de ignorancia, ni siquiera podrían entender que para el campesino aislado del mundo que mantiene su fe simple y sencilla como Dios nos pide, está validando temas de física cuántica que algunos estudiosos llevan años, para llegar a la concluisión de que efectivamente hay un creador, Dios único y universal que para los que ya sabemos se llama -Jehová- . Este Blog que he levantado para aquellos -conversos- y -no conversos- es un desafío a que demuestren con hechos concretos que la fe es sinónimo de ignorancia, cuando la verdadera ignorancia ó "falta de sabiduria" es no profundizar en el estudio de aquello que efectivamente nos lleva a tener una relación personal y única con aquel que nos dio aliento de vida.Vamos al cierre con la parte cinco de este libro de William DeArtega, "Apagando El Espíritu", que recomiendo puedan leer en profundidad después de haber mencionado cinco partes, de un sólo un capítulo del libro, en estos dos meses.

La fe y la resurrección del gato de Schrodinger

La Física Cuántica sugiere que la observación finaliza la estructura de la materia. La Biblia demuestra que la fe, o la observación anticipada, no sólo finaliza sino cambia el curso de los eventos. Fíjese en la definición esencial en el Nuevo Pacto sobre la fe (Hechos 11:1): "Es, pues, la fe la certeza de lo se espera, la convicción de lo que no se ve". Dos resurrecciones, una en el Antiguo y otra en el Nuevo Tetamento (Pacto), demuestran esto claramente.

La primera es la resurrección del hijo de la mujer sunamita (2 Reyes 4:8-37). Eliseo y su siervo Giezi pasaban frecuentemente por la casa de esta mujer, y ella llegó a discernir que Eliseo era un profeta. Ella hizo construir una habitación especialmente para él. Eliseo respondió a su generosidad orando pra que ella quedase encinta, por cuanto no tenía hijos y su esposo era viejo.

Un año después, la mujer dio a luz un hijo. Luego, siendo ya un muchacho, se enfermó y murió en brazos de su madre. Sus acciones inmediatas son muy reveladoras. Sin decirle a nadie, la mujer puso rápidamente al muchacho en la cama de Eliseo, cerró la puerta y fue corriendo a buscar al profeta. Su esposo le preguntó por qué se iba y ella respondió: "Paz", lo cual equivaldría a algo como "no te preocupes" (v.23).

Antes de ella llegar a la casa de Eliseo, el profeta sintió que algo andaba mal y que la mujer estaba en apuros. El envío a Giezi para que le preguntase qué sucedía. Cuando Giezi preguntó a la mujer cómo estaba su familia, ella respondío; "Bien" (v.26). Ya estando a los pies del profeta, ella no dijo abruptamente "¡El muchacho está muerto!" sino discretamente le recordó al profeta que sus oraciones habían sido responsables del nacimiento del muchacho.

Eliseo entendió inmediatamente pero no mencionó el problema. El envío a Giezi delante de él para que pusiese el báculo de Eliseo sobre el rostro del niño, y Eliseo y la madre iban detrás. Antes que Eliseo y la mujer llegasen, Giezi regresó con la noticia de que el báculo aún no habia servido de nada y que "el niño no despierta" (v.31). Cuando Eliseo llegó a su habitación cerró la puerta al entrar, oró al Señor y se tendió dos veces sobre el muchacho. Entonces el niño volvió a la vida y fue devuelto a su madre.

Desde el punto de vista de Materialismo Cristiano, las acciones el díalogo del incidente son incomprensibles. La mujer sunamita estaba engañada; las cosas no estaban "bien". Pero con una comprensión idealista del poder espiritual de la observación anticipada para cambiar los eventos, tanto el diálogo como las acciones cobran todo su sentido. En este incidente nadie proclamó en ningún momento la muerte del niño.

Por revelación de la Palabra (no por teología Natural de la Física Cuántica), podemos entender que hablar en fe es una forma extremadamente poderosa de observación.

Una secuencia de eventos similiares sucedió en el ministerio de Yeshúa (El Mesías) en la resurrección de la hija de Jairo (Mateo 9:18-26; Marcos 5:21-43; Lucas 8:40-56).

Así se debe tener claro que no estamos implicando que la vida espiritual cristiana es una ejecución mecánica de las leyes de la Física Cuántica. Más bien lo que hemos hecho es crear una hermeneútica de Idealismo de Fe que es útil para describir la espiritualidad bíblica. En el centro de la vida cristiana está la relación de la criatura con el Creador, del hijo dependiente con el Padre amoroso, lo cual es intensamente personal, no mecánico. Ser un cristiano tiene que ver con dejarse llevar a la mente y al espíritu humano a la adoración, al arrepentimiento, a la alabanza y al fruto del espíritu, todos los cuales son actividades de la voluntad que nada tienen que ver con aplicaciones mecánicas de principios o leyes.