jueves, septiembre 22, 2005

Una Historia Extraordinaria de Matemáticos

Un genio de las matemáticas (Srinivasa Ramanujan Iyengar, 1887-1920)
y otro un brillante talento matemático (Godfrey Harold Hardy, 1877-1947), ambos contemporáneos. Posted by Picasa
Esta es una historia que cuenta que Peter Ratener, profesor de matemáticas en el Bellevue Comunity College en el estado de Washington, dijo en cierta ocasión que cuando entrevistaba candidatos para formar parte de su equipo de trabajo en el departamento de matemáticas, le gustaba preguntarles el nombre de su matemático preferido del siglo XX,
"¿Alguién podría dar un nombre con certeza e incluso nombrar dos al menos?"
En la mayoría de los casos, desilucionado, los candidatos simplemente se le quedaban mirando, incapaces de pensar en un sólo matemático moderno. Si dedicamos un momento a reflexionar en su reacción, veremos lo desconcertante que es esto. Por increíble que parezca, los matemáticos graduados de Universidades desconocen casi totalmente las identidades de los matemáticos modernos. Esta situación se ha presentado porque hemos logrado despojar todos los identificadores culturales de nuestro conocimiento matemático.
Los matemáticos que ocasionalmente podemos oír mencionar son del pasado remoto: Pitágoras, Euclides y Arquímedes. Incluso los más recientes trabajaron hace cientos de años: Newton, Galileo y Descartes. Nadie que esté vivo en la actualidad los conoció personalmente, y cuando los describimos como brillantes, creativos y geniales, no tenemos la sensación real de conocerlos. De hecho, muchos de estos personajes famosos son conocidos no como matemáticos, sino por otros trabajos: Newton por descubrir la gravedad, Galileo por utilizar el telescopio, y Descartes por su filosofía. Nosotros vamos a cambiar esta situación porque vamos a conocer a dos grandes matemáticos del siglo XX: Srinivasa Ramanujan y Godfrey Harold Hardy. Uno era, indudablemente, un genio; el otro, un brillante talento matemático. Al conocerlos podremos percibir una sensación de grandeza en un tiempo no tan lejano al actual.
¡Espero la disfruten tanto como yo, cuando conocí a Ramanujan!

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